Hoy en día es cada vez más importante estar al tanto de los cambios y estar preparados para afrontar los nuevos desafíos que se nos plantean. Desde este punto de vista, es fundamental que algunos procesos experimenten cambios, o más bien, una evolución real, no solo desde un punto de vista puramente tecnológico, sino también desde un punto de vista organizativo y estratégico.
Es el caso de la teleasistencia, que en la actualidad avanza cada vez más hacia un proceso que podríamos definir como "virtualización".
Pero vayamos paso a paso. "La teleasistencia, que es el método de soporte técnico operado de forma remota, es decir, a distancia, es una práctica que hemos estado utilizando con éxito durante algún tiempo en Storci", dice Luigi Zardi, Responsable del Departamento Electrónico de Storci Spa, "especialmente en aquellos casos en los que no es posible físicamente, por diversas razones, acudir al cliente que necesitaba soporte para su línea de producción, en varios niveles ".
Con la emergencia del Covid 19, esta necesidad se ha vuelto inevitablemente imprescindible, por lo que la asistencia remota a la que se solía estar acostumbrado, necesariamente tuvo que trasladarse a otro nivel. Gracias a un sistema basado en un cloud específico, Storci ha implementado una recogida de datos decididamente más avanzada que ha permitido detectar, para el cliente interesado, bajo petición, toda una serie de información relativa a su propia línea en tiempo real, tanto para el proceso de secado como para todos los demás datos relacionados con la producción de pasta. Todos estos datos son luego analizados y procesados de forma remota por una sala de control y almacenados en un sistema que le permite utilizarlos siempre de forma actualizada y completa. Los datos de la máquina se envían en tiempo real a un cloud donde hay un administrador de base de datos y donde se recogen para la visualización de datos históricos.
Esta información se envía periódicamente a nuestro server interno para su almacenamiento a largo plazo. Por lo tanto, en sustancia, gracias a este sistema, se encuentra una solución al problema sin ir al sitio y, a menudo, sin molestar al cliente, que ve el problema resuelto sin tener que realizar ninguna intervención.
Es el Internet of Things, como se define hoy, es decir, en este caso concreto, los distintos componentes de la línea se convierten en smart object "objetos inteligentes" que se comunican entre sí con una serie de datos y adquieren un rol activo gracias a la red que los conecta con un proceso de identificación, conexión, localización, capacidad para procesar datos e interactuar con el entorno externo.
Las ventajas de un sistema de este tipo llaman la atención de inmediato: reducción de los costos de viaje y mano de obra, optimización de los tiempos de verificación de problemas, resolución de problemas en tiempos mucho más bajos que el estándar.
"Durante la primavera de 2020, en pleno lockdown, realizamos una prueba remota completa de una línea", concluye Zardi, y estamos seguros de que esta práctica, nacida de un período de necesidad, puede convertirse, si no en el estándar, al menos en factible en la mayoría de los casos que se presentan, con considerables ventajas para todos”.